sábado, 6 de agosto de 2016

El monje budista que aspira a medalla en Río



kazuki Yazawa sortea puertas con valentía en el recorrido de aguas bravas del Whitewater Stadium, encima de uno de los barrios críticos de Río como Gericino, en un entrenamiento. Su intensidad contrasta con la vida cotidiana que lleva en Japón en el Zenkoji Daikanjin Temple, uno de los grandes centros budistas de Nagano y la religión que más activa se muestra en la Villa Olímpica.Fueron precisamente los Juegos, los que le trazaron el modo de vida que ahora profesa. "Fue antes de Londres, tenía 22 años y aún no sabía qué quería hacer exactamente en la vida. Me interesaba cualquier trabajo, pero quien me consiguió un patrocinador para Londres es budista y sentí que quería ser como él", cuenta a este periódico.Yazawa, que estuvo este año en la Copa del Mundo de la Seo de Urgel, en el pirineo ilerdense -"conozco a Ander Elosegui", remata- y también hace cinco años, se despierta a las 4.30 cada mañana en invierno -en verano a las 6.30- y se emplea entre las 5.30 y las 15.00 en la meditación, "entonces salgo a entrenar. Hasta las ocho o así".


Su afición al piragüismo le llegó heredada porque su padre lo practicaba. "De pequeño era muy activo, montaba en bicicleta casi todos los días después del colegio. O nadaba, o daba clases de piano y también de inglés. Con ocho años empecé con el piragüismo en aguas bravas y, con 10, pasé al slalom, pero conocía las canoas porque a mí padre lo seguía desde que tenía 2 ó 3 años", recuerda.En el templo, retiro de paz interior, también habitan las modernidades. "Hay otros monjes que están interesados en los Juegos. Lo seguirán por internet o la televisión", aclara antes de explicar que la mayor parte del año sigue una dieta tan completa como el resto de rivales en Río. "Sólo cuando acudimos al Monte Hiei [al templo principal de la secta de los Budistas de Tiantai, cerca de Kioto], a Enryakuzi, tenemos que llevar una alimentación vegetariana", explica Yazawa.Entrenamiento vital"Le podría decir que rezo cada día por una medalla. O que creo que si leo el sutra [textos budistas que reúnen determinadas enseñanzas], la ganaré. Pero no, no es así. Si me entreno para la vida con decisión, mi propio Buda me ayudará, pero si no, no tendré opción", deja como su particular desiderata.Kazuki, que acude al centro religioso de la Villa en Barra a diario, define su particular visión del budismo: "No creo que Buda pensase mucho en el deporte. Para mí el deporte no es todo en la vida y es difícil que me gane la vida con la canoa. Si quiero casarme y formar una familia, necesito un trabajo y ganar dinero para ellos. No quiero ser rico, algo normal"

Abucheos a Argentina y Rusia en el desfile inaugural



La rivalidad deportiva muchas veces no entiende de ceremonias ni de protocolos. Los abucheos de una parte de la grada de Maracaná a la delegación argentina, encabezada por Luis Scola, fue la nota discordante en el desfile de las naciones de la ceremonia inaugural de los Juegos de Río. Pese a no ser un abucheo ensordecedor ni masivo, el gesto resulto feo y se hizo notar de forma evidente. Tampoco se libró del agravio del público la delegación rusa, que ha llegado a los Juegos de Río envuelta por la polémica de los escándalos de dopaje y muy mermada en el número de deportistas participantes tras el veto de feraciones internacionales como la de atletismo, piraguismo, remo, ciclismo o halterofilia.Aplausos a paises latinos y grandes potenciasLa animadversión contra Argentina y Rusia contrastó con las ovaciones al resto de vecinos americanos como México, Colombia o Cuba. Paises como España, Australia, Estados Unidos, Italia, Francia o Gran Bretaña también fueron muy bien recibidas por el público carioca.Sin embargo, el mayor número de aplausos, además del ensordecedor recibimeinto al propio equipo brasileño, fueron para Portugal, debido a los grandez lazos históricos entre ambos paises, así como para las pequeñas delegaciones de atletas independientes y de refugiados que desfilaron bajo la bandera olímpica